martes, 2 de noviembre de 2021

Siempre presentes pero ausentes en la historia, un texto preparado el 2019

 

Estamos a dos años de celebrar el bicentenario de la independencia, y como resultado de un país republicano los departamentos (porque Regiones no existen), no han dejado de ser un nombre en el mapa peruano.  Sabemos que Loreto está en el Oriente, Tumbes al Norte Tacna al Sur, y Puno al Sur Este, puesto que cuando vemos nuestro mapa nos lo señala claramente.

Pero ¿Qué ha pasado con nuestros departamentos?, ¿Cuál ha sido el aporte a nuestra vida republicana? Es muy difícil decirlo puesto que nuestra historia, como nuestra economía han sido estrictamente centralistas, no solo actos de gobierno sino en el accionar de los actores y actrices de la historia.

Sin embargo, como podemos ver en los hechos de nuestra historia, las oportunidades no han sido exclusivamente centralistas o aristocráticas como podríamos creerlo o deducirlo; por el contrario, los actores de nuestra historia han sido provincianos.  Sin embargo,  tal vez las circunstancias, y/o la gran urbe (Lima), han absorbido a estos provincianos para convertir su mirada en centralista, contribuyendo a lo que es hoy nuestro país, como lo solía decir Abraham Valdelomar:  El Perú es Lima, Lima es el Jirón de la Unión, el Jirón de la Unión es el Palais Concert y el Palais Concert soy yo”.

Por ejemplo, al referirnos a Puno y los puneños en la formación y participación de la vida Republicana, (dejando a salvo la gran participación en la gesta de las ideas revolucionarias que posteriormente consolidaron nuestra independencia), particularmente creo que hemos tenido una participación importante y de forma  determinante, puesto que entre los primeros actores de la vida independiente existen puneños renombrados, cuya participación llegó inclusive hasta la dirección de nuestra patria como Presidentes de la República, y que su actuar ha tenido determinación de nuestro ADN republicano así como en la actual configuración de nuestro territorio, me refiero a José Rufino Echenique y Miguel deSan Román.

José Rufino Echenique es un paisano nuestro, nacido cuando el Perú era parte de la Colonia Española, nos estamos refiriendo al año 1808, (26 de noviembre),  y que a opinión mía se crio con ideas independentistas debido al incidente de su niñez, en el que fue secuestrado por un pastor para salvarlo de la revolución de Mateo Pumacahua y los Hermanos Angulo, que disponían la muerte de todos los españoles, por lo que  fue criado por una familia indígena durante  dos años, hasta que fue reconocido por un funcionario de Correo y devuelto a sus padres, quienes lo llevaron a Lima, donde estudió en el Colegio Príncipe, pero llegado el periodo de la Independencia se enlisto en las filas del Ejército Libertador comandado por José de San Martín, y desde allí inició una carrera militar vertiginosa, que lo encumbraran en la Presidencia de la República en el año 1851 hasta 1854.  Su carrera político militar es muy interesante, habiendo gozado de momentos victoriosos, como derrotas que lo llevaron a estar en prisión, como la que pasó en la Isla Esteves de Puno en el año 1923, hasta el conocido abrazo de Maquinhuanyo con el que se culminó la Rebelión del General Pablo Bermúdez contra el gobierno del General Orbegoso.  Como a todo político peruano se le puede resaltar por sus obras, sus logros y tendríamos a un gran estadista, pero también por sus desaciertos, y tendríamos a un personaje muy triste en la historia, lo que en general es parte de nuestra historia y las experiencias que han formado nuestros genes.  Particularmente me permito reclamar que sus obras importantes no incluyen en asomo a nuestro querido Puno, pero lo más grave y que es la herencia que hoy vivimos (como nuestros escándalos de Odebretch y demás), es el escándalo que envolvió su gobierno con respecto al pago de la deuda interna, y donde se denunció que pese a que si bien el Estado (durante el Gobierno de Castilla) reconoció una deuda con los ciudadanos que colaboraron con la campaña de la Independencia (que se denominó la consolidación) que ascendía a 4 millones 879 mil 607 pesos de plata, y que la deuda individual de cada ciudadano no podría ser mayor a los 6 o 7 millones de pesos.  Durante  el gobierno de Echenique se reconocieron deudas individuales de más de 25 millones de pesos es decir más de 19 millones  adicionales.

Respecto de nuestro otro paisano que ha ejercido el mayor cargo republicano, es Miguel de San Román, quien pese a ser descendiente del conquistador Francisco Pizarro, tuvo la influencia de su padre, que pese a ser oficial de la armada Española se enrolo en las luchas independentistas promovidas por los caudillos Pumacahua y los hermanos Angulo, siendo derrotado, tomado prisionero y posteriormente fusilado en la presencia de su hijo Miguel.  Bajo estos antecedentes se tuvo que enrolar al Ejército Realista, pero en la primera oportunidad que tuvo (expedición al Sur para combatir a la ejercito del Coronel Guillermo Miller) desertó del mismo, para unirse en la causa libertaria,  y sirvió en el ejército del General don José de San Martín, participando en hechos históricos como la batalla de Mirave, el primer sitio del Callao y la derrota de Macacona.  Posteriormente sirvió en los ejércitos de Simona Bolívar, culminando su lucha por la independencia en las batallas de Ayacucho y Junín; luego durante la República y con toda la convulsión de poder que existió ejerció muchos cargos de mando en el ejército y de la organización política del Estado, fue por ejemplo prefecto de Puno.  De San Román la historia cuenta anécdotas que hoy serian desastrosas en la carrera de un militar, como por ejemplo cuando en la Batalla de Ingavi en territorio boliviano se le dio la orden de resguardar la retirada con la caballería, interpretó mal la orden y se retiró con la caballería, destruyendo el Puente de Desaguadero as u paso,  estando aún las tropas peruanas en suelo boliviano, hecho que se agravó, en desmedro del país, con la muerte del presidente Gamarra en la filas del combate.  Entre los cargos políticos que ostentó, podemos recordar que fue electo senador por Puno y diputado por Lampa, fue contrincante político de su paisano Rufino Echenique (que era auspiciado por Ramón Castilla) quien lo venció en las elecciones del 1851, donde sólo obtuvo 6.3% de votos, por lo que fue su opositor acérrimo, lo que le valió el destierro a Chile.  Sin embargo (como es normal en la política peruana), volvió al Perú y continuó su carrera política, desempeñando cargos como Ministro de Guerra y Marina,  diputado ante la Convención Nacional (Congreso Constituyente), y finalmente electo Presidente Constitucional de la República, cargo en que falleció en funciones.  Su obra más importante puede ser el inicio de sistema financiero moderno, así como la adopción del sistema métrico  decimal de peses y medidas, respecto de las obras públicas de su gobierno fueron la continuación de Castilla que en buena cuenta fue el auspiciador de su presidencia democrática.

Como podemos apreciar los hijos de Puno hemos estado siempre presentes en la historia del Perú, pero Puno ha sido siempre el gran olvidado, pese a que por su riqueza y ubicación geopolítica ha sido siempre importante en el desarrollo del país republicano y colonial.  No en vano quien fue el gran auspiciador de ambos personajes a quienes nos hemos referido, el mariscal Don Ramón Castilla en el año 1834 fue nombrado prefecto de Puno, pero que renunció al ver los ímpetus por crear un Estado Federado desde Puno, y es que nuestra tierra como lo dice nuestro himno es una tierra de luz, pensamiento y libertad, donde se han fusionado aimaras de bruñido bronce y quechas de gran sabiduría, por lo que nosotros sus hijos hoy tenemos una deuda generacional para con su futuro.

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