Han transcurrido más de dos meses desde el último reclamo de los pobladores de la zona sur de Puno, quienes si bien tienes raíces aymaras son peruanos y se han integrado al cuasi mundo occidental que vivimos; sin embargo no se ve indicios de solución ni por parte del Estado ni por parte de los reclamantes.
Pero nos hemos preguntado quien representa a quien en este gran lío, lo más claro es que los reclamantes representan al gran número de personas dedicadas a la actividad agrícola de la zona sur y que en su mayoría (casi todos) son aymaras pero no representan a todo el Sur. De la otra parte no sabemos claramente si el Estado representa a toda la Nación, porque muchas veces ha actuado a espaldas de ella y ha planificado un beneficio con conceptos ajenos a ésta.
Empecemos por la forma admisnitativa de considerar la demarcación para otorgar concesiones mineras, el hecho de cuadricular todo el territorio y otorgar derechos sobre ellos aunque sean solo administrativos no solo es incomprensible sino es provocador, y por qué se ha hecho así, es porque desde Lima el Perú solo se ve como un mapa sobre un escritorio donde se realizan los planes sin considerar que en cada centímetro de ese mapa existen personas que piensan y sienten distinto a Lima.
Pero en fin de análisis estamos también hartos, qué hacer ahora si tenemos al dirigente de los reclamantes en Lima en una posición que es muy cercana de la terquedad y la del Estado que es similar pero que representa a contratos suscritos, obligaciones y programaciones que ya se han realizado, …… ¿Se puede empezar todo de nuevo?.
Tal vez no, pero es necesario que lo intentemos, las cosas deben empezar de nuevo pero desde la propia localidad, es necesario que el Estado comience de nuevo los planes y cualquier programa desde la propia localidad de Puno, la inversión en Puno es necesaria pero demorará mucho en organizarse primero los inversionistas deben instalarse en Puno pero no como inversionistas sino como parte de la comunidad para que sean aceptados y cuando recién sean parte de la comunidad con ella decidan iniciar cualquier programa de inversión.
Es una propuesta difícil pero las riquezas que se quieren extraer de esta zona tan rica valen el esfuerzo.
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