martes, 12 de abril de 2011

Dos heridas a nuestra cultura

Los puneños nos jactamos de vivir en una ciudad turística.  Sin embargo, no nos hemos dato cuenta ue nuestras autoridades hacen lo posible porque sea lo contrario, solamente hay que ver nuestra plaza de armas, donde gestiones ediles pasadas han dejado dos heridas a nuestra cultura.

¿Sabía usted que la municipalidad de Puno antiguamente era un palacio típico republicano y cuyas estructuras hoy podrian ser parte de un atractivo turístico, que evidentemente, contribuiría con nuestra alicaìda imagen, pero a un alcalde se le ocurrió que la modernidad significa arrojar bloques de cemento y lunas polarizadas en una ciudad donde la vida es el sol.

Pero el daño tal vez más significativo que sufrió nuestra plaza de armas fue el retiro hace 50 años, de una pileta diseñada por el propio Eiffel y colocada en la actual Siete Esquinas, y en su reemplazo colocaron el monumento a Francisco Bolognesi que si bien es uno de los militares más respetados de nuestra patria, su inclusión como elemento principal de la plaza de armas, solo fue resutlado de una patería del consejo edil a la clase militar, cabe ver en la heroica Tacna que el homenaje y respeto a figuras como Miguel Grau y Freanciso Bologensi no se hace retirando elmentos principales como la pileta sino en lugares honorables junto a ella.  Este dúltimo daño puede repararse pero requiere de la voluntad y el consenso de la población.

Pero lo que las autoridades sí tienen que cuidar desde ahora es el respeto a las casas gemelas que rodean la catedral, ambas casas, de similar estructura arquitectónica, han pretendido ser demolidas en varias ocasiones, inclusive una ha sido víctima de un incendio aparentemente  provocado.

Bueno y la modernidad, ¿qué?, creo que es importante que Puno se modernice pero verdaderamente con planes de ordenamiento territorial  y arequitectónico, eso de arrojar cubos de cemento de difernetes estructuras que nunca se acaban no es modernidad, sino huachafería y voluntad individual de algunos propietarios.  Del INC no podemos esperar nada, somos nosotros los que tenemos que movilizarnos.